El Consejo General de Trabajo Social manifiesta su más enérgica repulsa por la agresión sufrida por una trabajadora de Servicios Sociales en la localidad gerundense de Salt y traslada su solidaridad con la víctima y su familia deseando una pronta recuperación.
Las y los profesionales de Servicios Sociales venimos sufriendo un deterioro de las condiciones en las que prestamos nuestros servicios a la ciudadanía derivados del incremento de la demanda, la complejidad de las intervenciones requeridas y la reducción de medios materiales y número de profesionales como consecuencia de la crisis y las medidas de austeridad.
Este desgraciado hecho no es nuevo en el Sistema de Servicios Sociales; las agresiones no son un hecho aislado. Según los datos avasnzados en el ISSE III, un estudio llevado a cabo por el CGTS en el que participan casi 1.500 profesionales de todo el país, el 35% de las y los trabajadores sociales manifiesta haber sufrido amenazas verbales y un 1,5% amenazas físicas.
Son datos que constatan una realidad de inseguridad que requiere un abordaje específico, por lo que desde el CGTS reclamamos a las instituciones que se adopten las medidas necesarias para garantizar las condiciones adecuadas de seguridad en el ejercicio profesional.